A un costado las olas azotan las rocas volcánicas que se alinean junto a la playa; al girar la cabeza hacia el otro lado la vista parece encontrar un espejismo, pues da la impresión de que un pedazo de la selva del Amazonas se hubiera levantado en medio del Caribe. Esta, la de Cañaveral, es una de varias playas del Parque Nacional Natural Tayrona, una reserva natural de Colombia que tiene 12.000 ha.
Las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo, se hunden en el mar como los dedos de una mano gigantesca entre los que se forman bahías y ensenadas de belleza singular: Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha, Guachaquita, con sus playas de arenas blancas delimitadas por, manglares, matorrales o bosques, y bañadas todas por las aguas cristalinas del mar Caribe, hacen parte de los muchos atractivos que ofrece el Parque Nacional Natural Tayrona. Para quienes buscan la contemplación y el descanso, el Parque ofrece magníficas playas y el relajante panorama de un mar intensamente azul. Quienes se sienten atraídos por actividades más emocionantes podrán disfrutar de caminatas, careteo y buceo autónomo. El parque Tayrona tiene también vestigios arqueológicos de una antigua ciudad del pueblo Tayrona.
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